En los últimos dos años, las principales marcas de atún en conserva han ido incorporando en sus packs de venta una nueva mención / certificación denominada «Atún de Pesca Responsable (APR)» reconocible a través de la Marca AENOR. De esta forma, como consumidor es posible distinguir fácilmente el atún proveniente de buques certificados en Atún de Pesca Responsable (APR).
El atún en conserva al que nos referimos es el que procede de las capturas que realiza la flota atunera española en aguas tropicales de los océanos Atlántico, Índico y Pacifico, teniendo como protagonistas principales al atún claro Rabil (Yellowfin) y Patudo (Bigeye), así como al atún Listado (Skipjack).
Sobre el proceso de cómo estos protagonistas llegan a nuestro supermercado en una lata de conserva podremos tener una ligera idea, si bien del significado de las siglas APR apenas sabemos nada.
Quizás sea porque no es algo que nos preguntemos al comprar una lata de atún en conserva. Sin embargo, esta cuestión sí nos la planteamos cuando pensamos en el origen de la fruta, hortalizas que consumimos y la ropa que vestimos haciendo visible nuestra preferencia por aquellos que se han obtenido velando por los derechos de los trabajadores y cuidando por la sostenibilidad del entorno.
¿ Qué es APR y el porqué de su importancia ?
El certificado AENOR de Atún de Pesca Responsable (APR) se basa en la Norma UNE 195006 y representa la única norma reconocida a nivel global que garantiza los derechos sociales y laborales de la flota de acuerdo con las normas y acuerdos internacionales, al tiempo que asegura el cumplimiento de las mejores prácticas pesqueras y estándares mundialmente reconocidos.
La Norma UNE 195006:2016 “Atún de pesca responsable. Buques cerqueros congeladores” vio la luz en 2016 con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de la actividad pesquera del atún, cubriendo todos los factores que interfieren en la conservación de los recursos naturales y humanos. En su elaboración participaron las principales empresas armadoras dedicadas a la pesca de atún procedente de zonas tropicales a través de OPAGAC (Organización de Productores de Atún Congelado).
Actualmente vemos cómo esta norma se está convirtiendo en un referente internacional. Sirva como ejemplo que desde 2020 y en adelante – a raíz de los últimos casos que se han hecho públicos sobre la explotación de personas, principalmente en las flotas asiáticas – el mayor productor de conservas de atún del mundo Thai Union y Global Seafood Assurances (GSA) van a tomar como referencia el tratamiento de los derechos laborales a bordo, recogido en la norma UNE de Atún de Pesca Responsable (APR) de la flota atunera española, para incorporarlos a sus sistemas de certificación social de la actividad pesquera.

Las primeras auditorías
En 2017 comenzaron las primeras auditorías de certificación de la flota atunera española de acuerdo con la Norma UNE 195006. Fue toda una experiencia formar parte del equipo de trabajo de este esquema de certificación. Los auditores, como parte del equipo de evaluación, pudimos comprobar de primera mano la profesionalidad y el entusiasmo con el que las empresas armadoras nos abrieron las puertas de sus oficinas y buques para darnos una visión completa de su buen hacer a través del desarrollo de las auditorías.
Considerando el alto impacto que la actividad de pesca del atún extractiva tiene sobre el medio marino, la seguridad alimentaria y el entorno social, las auditorías a las que se someten estas empresas son muy exhaustivas, ya que cumplir con los requisitos de la Norma UNE 195006 implica verificar que se cumplan los requisitos relativos a cinco pilares básicos:
- Las condiciones de trabajo: Condiciones sociales y de seguridad en el trabajo alineadas con el Convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (edad mínima, reconocimientos médicos, contratos, salarios, horas de descanso, descanso entre campañas, dotación, enfermedad, repatriación, atención médica, prevención de riesgos laborales y seguridad social).
- El control de la actividad pesquera: Disponibilidad de Licencia y autorización del Estado de Bandera así como autorización de las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP); disponibilidad de un sistema de localización geográfica por satélite, diario de pesca, control de la actividad pesquera (24 horas al día, los 365 días del año), certificados de capturas, operaciones de descarga y trasbordo, y demás registros de operación.
- El control marítimo y la documentación básica del buque: Número IMO del sistema mundial de información marítima, clasificación del buque (incluyendo quick freeze cargo), disponibilidad de la documentación básica del buque con todos los certificados y verificaciones actualizadas, disponibilidad de un seguro de protección e indemnización (P&I).
- El control sanitario: Disponibilidad del Registro Sanitario del buque, estado de las instalaciones (parque de pesca, bodegas, etc.), mantenimiento general del buque, gestión de la salmuera, etc.
- Buenas prácticas de pesca: La utilización de plantados que reduzcan el enmalle de especies asociadas, maniobras de liberación de especies asociadas para evitar que sufran daños, y observadores a bordo (humanos y/o electrónicos) en el 100% de la actividad pesquera.

Si bien gran parte de estos requisitos se verifican a través de los documentos y registros disponibles en las sedes centrales de cada empresa, es necesario la realización de una evaluación de la actividad «in situ», en el buque, para poder completar el proceso de evaluación. Los buques son evaluados a su llegada a puerto dentro de la zona de operación que cada uno tiene asignada (océanos Atlántico, Pacífico e Índico).
Estas auditorías, permiten profundizar en el conocimiento del entorno que rodea a la actividad de un buque y es cuando un profesional como auditor, percibe que todas las piezas encajan y se obtiene una visión muy completa de la actividad de la pesca extractiva del atún.
Durante una ardua e intensiva jornada, se realizan entrevistas a gran parte de la tripulación (tripulantes y marineros), se recorre y comprueba el estado del buque y su puesta a punto, se destina tiempo a la observación de la gestión y desarrollo de las diversas operaciones que se realizan en el buque, así como a la revisión de la documentación y registros asociados a los requisitos.
No menos importante es el momento de reponer fuerzas, que nos permite compartir mesa y buena conversación con la tripulación y conocerlos un poquito más como personas, con frecuencia bajo la atenta mirada de San Juan de Gaztelugatxe y de una enorme fotografía que nos recuerda la silueta del puerto de Bermeo.
Un nuevo referente
Durante el año 2017 un alto porcentaje de los buques obtuvieron los primeros certificados. A día de hoy, enero de 2021, la práctica totalidad de la flota atunera española se encuentra certificada como APR bajo la Norma UNE 195006:2016 “Atún de pesca responsable. Buques cerqueros congeladores”.
La Certificación APR se está consolidando como una potente herramienta para garantizar que en los buques atuneros congeladores se trabajaba conforme a los cinco pilares ya mencionados que contribuyen a la sostenibilidad de la actividad de pesca: condiciones de trabajo, control de la actividad de pesca, control marítimo, control sanitario y buenas prácticas pesqueras.
De este modo, se ha iniciado el camino para llevar el Atún de Pesca Responsable (APR) a la mesa del consumidor y un nuevo referente que aporta garantía adicional sobre esta actividad pesquera.
Juan José Moreno Delgado (Auditor Líder APR).