Se acabó el tiempo en el que la sostenibilidad era algo para grandes empresas con grandes recursos, era más una herramienta de comunicación en la que se invertía sin saber muy bien el beneficio que se podía obtener.
Ahora la sostenibilidad es el gran camino para avanzar: el crecimiento verde, el crecimiento sostenible por fin es sinónimo de crecimiento económico.
¿Cómo empezar a entender e introducir la sostenibilidad en la cultura de la empresa?, es sencillo, si somos coherentes con nuestra organización, con nuestra cultura, con lo que podemos y con lo que debemos hacer y hasta dónde podemos llegar.
Por ello, es imprescindible comenzar haciendo un análisis de sostenibilidad, tanto interno como externo, y con los resultados desarrollar un plan de acción a corto y medio plazo, que optimice nuestras fortalezas y reduzca nuestras debilidades.
No consiste en hacer grandes inversiones, todo lo contrario, consiste, en potenciar lo que se está haciendo bien, para a un tiempo ir cambiando la cultura interna así como adquirir la costumbre de mejorar y fijar objetivos a corto plazo, sencillos pero que nos den resultados rápidos.
Es importante que la organización sienta este cambio cultural y apueste por ello, pues de esa manera lo comunicará al exterior de una forma natural. La sociedad ya no admite empresas contaminantes e irresponsables y se siente mejor trabajando, comprando, a empresas con las que conecte en este campo.
Una estrategia de sostenibilidad debe llevarnos a ser una empresa que cree valor para todos los grupos de interés, sin dejar de lado la obtención de beneficios. Es una apuesta a largo plazo, como bien dice la palabra, sostenible en el tiempo. Se basa en la transparencia y la credibilidad. No sólo hay que creérselo, hay que actuar y ser consecuentes.
Muchas empresas ya lo están haciendo y lo están haciendo bien: aprovechemos su ejemplo y sigamos su estela, no siempre tenemos que crear nuevas estructuras, el benchmark es una herramienta legítima.
La comunicación es importante porque con nuestro ejemplo haremos que otras organizaciones se involucren en este cambio cultural y empresarial, pero aun es más importante para dar mayor credibilidad y reputación a nuestro esfuerzo. La comunicación, que no la mera información, es un proceso complejo y que se debe orientar a cada grupo de interés de una forma específica. Es importante desarrollar una comunicación que nos acerque emocionalmente al consumidor final de nuestro producto o servicio.
¿Qué beneficios se obtienen? Creemos que muchos:
- El primero, interno, es generar reconocimiento y sentimiento de pertenencia a la empresa de los empleados e incluso de proveedores
- Generación y percepción de valor entre los clientes y accionistas
- Diferenciación de la compañía en su mercado
- Aumento del capital reputacional
- Convertir un gasto en una inversión
Para ello, hay que hacer un uso eficiente de la comunicación, ser creativos y buscar soluciones.
Por otro lado, negar que la sostenibilidad es el camino a seguir, nos supone ir contra corriente, especialmente después de la última Cumbre del Clima de Marrakech, donde la comunidad internacional se ha puesto de acuerdo en el camino a seguir hacia la descarbonización y la economía verde.
En España se está redactando la Ley de Cambio Climático y Energía, donde ya no sólo se hablará de la industria y de las grandes empresas. Si tenemos que contribuir y cumplir con los tratados internacionales, todos los sectores y empresas, da igual el tamaño, tendremos que contribuir, cada uno en nuestra medida y capacidad, haciendo las cosas de forma responsable y dando valor a todos los grupos de interés.
El concepto de economía ya ha cambiado, vamos hacia una economía circular, donde se intente aprovechar todo, ya sea en nuestro ciclo de vida o en el de otro producto o servicio. La época de “usar y tirar” es historia. No hay marcha atrás. El cambio se está produciendo desde todos los ámbitos de la sociedad e internacionalmente. La sostenibilidad repercute en la competitividad del negocio de manera muy positiva.
Las empresas que no tengan una estrategia de sostenibilidad, mínima y bien comunicada, no tienen futuro en este cambio cultural en donde es imprescindible la creación y transmisión de valor para toda la cadena de grupos de interés, creando negocio de forma verde y sostenible y comunicándolo de forma transparente y coherente.