La neurociencia y los hallazgos en la comprensión del funcionamiento de los procesos mentales nos ayudan a entender mejor cuáles son las motivaciones y el comportamiento de las personas en su ámbito laboral. Ello representa una gran ayuda para la Gestión de la Experiencia del Empleado.
Los profesionales de recursos humanos saben, cada vez más, como la neurociencia puede incorporarse para respaldar algunas de las decisiones que se adoptan en la gestión y el desarrollo profesional de los empleados. El valor predictivo que aporta esta metodología permite anticipar y prevenir situaciones de conflicto, adoptar acciones para mejorar la resistencia al cambio en procesos de transformación organizacional o bien optimizar los programas de formación más eficaces. En general, se hace posible una mejor planificación estratégica en el diseño de nuevas experiencias en todas las etapas del Employee Journey Map.
Desde el momento en que podemos hacer un análisis más profundo, que tiene en cuenta los aspectos emocionales y los procesos mentales inconscientes, estamos en mejores condiciones para comprender con una visión más amplia qué es lo que realmente motiva a los empleados, cuáles son sus miedos o barreras que dificultan su desarrollo profesional y detectar en qué aspectos pueden potenciarse de sus soft skills.
Además, gracias a la plasticidad cerebral, es posible modificar patrones de pensamiento negativo que pueden estar generando situaciones de bloqueo emocional. Por ejemplo, si ponemos en evidencia algunos de los sesgos cognitivos que están haciendo que se perciba una situación laboral como negativa, amenazadora o generadora de estrés las personas son capaces de reconducir los pensamientos y las conductas derivadas de forma que puedan gestionar mejor determinadas situaciones (momentos de conflictos relacionales, enfrentarse a crisis o toma de decisiones importantes, superar el miedo a expresarse en público, etc). Es decir, el cerebro puede entrenarse para obtener un rendimiento más eficiente, igual que entrenamos los músculos en un gimnasio.
Tecnología biométrica para el análisis de las emociones inconscientes
Ya hemos comentado en otros artículos (como Neuromarketing una nueva forma de entender las necesidades de los clientes) los grandes avances de la tecnología neurocientífica que permite que podamos usar métodos no invasivos para estudiar las respuestas emocionales a estímulos externos o internos (pensamientos).
En el caso de su aplicación al análisis y la gestión de la experiencia de los empleados tiene especial utilidad el software de reconocimiento facial, que permite decodificar las expresiones de las personas mientras están expuestas a un estímulo (que puede ser la interacción con otras personas en entrevistas, reuniones u otras circunstancias en las que se desee estudiar cuáles son las reacciones emocionales).
Así, se obtiene constancia de que emoción está predominando en cada momento: Alegría, Ira, Tristeza, Asco, Miedo, Sorpresa o Desprecio. Esta tecnología está desarrollada a partir de las investigaciones del psicólogo Paul Ekman (https://www.paulekman.com/), que postula que las expresiones faciales de las emociones son universales y tienen, por consiguiente, un origen biológico.
Su gran ventaja es que simplemente con una grabación del rostro de la persona es posible el análisis. No requiere colocación de sensores que podrían alterar su comportamiento espontáneo. Por ejemplo, podría utilizarse la grabación de una videoconferencia mientras la persona está impartiendo un webinar, está asistiendo a una reunión o realizando una comparecencia en medios de comunicación. Su rostro puede ser analizado a posteriori para decodificar las respuestas emocionales a los distintos estímulos, como podría ser si ha experimentado miedo mientras hace una exposición en público o si se ha sorprendido por una pregunta inesperada. Una vez procesada la información obtenida se puede utilizar para hacer consciente a la persona de sus reacciones y entrenarla para mejorar su gestión emocional en el futuro.
También podemos aplicar otras tecnologías biométricas como el eyetracking, que permite el seguimiento ocular para obtener métricas de atención visual, generando heatmaps que permiten una interpretación sencilla de los elementos de impacto visuales.
Por ejemplo, una de las mejores formas de hacer conscientes a las personas de la poca eficiencia de la multitarea es analizar combinadamente eye ctracking y codificación facial: la visualización del video en el que se muestran los movimientos oculares durante el desempeño de tareas hará seguramente más evidente la existencia de algunos elementos que son relevantes y a los que no se ha prestado ninguna atención, o bien cómo las emociones negativas han ido predominando a medida que la cantidad de estímulos y procesos mentales requeridos empezaban a ser difíciles de manejar.
En el post Neuromanagement, la nueva herramienta que ayuda a los directivos a tomar decisiones estratégicas ya apuntábamos algunas de las ventajas de hacer entrenamientos en inteligencia emocional (mejora de la concentración, el autoconocimiento, las capacidades creativas y las habilidades relacionales) pero realmente hay otras muchas aplicaciones posibles para crear equipos de alto rendimiento, cohesionados y motivados, para crear momentos WOW en el viaje del empleado o para diseñar planes estratégicos con el objetivo de incrementar el engagement de las personas.