En Cataluña, los gobiernos locales ya están preparando sus estrategias de especialización. Las necesitan para optar a la convocatoria, aún abierta, de Proyectos de especialización y Competitividad Territorial (PECT), en el marco de la estrategia europea RIS3 (Research and Innovation Strategy for Smart Specialization). Esta convocatoria se co-financia vía fondos FEDER y se trata de una inédita apuesta local que busca impulsar la innovación en un ámbito de conocimiento y actividad económica concreta. La región de Tarragona apuesta por el turismo familiar; la ciudad de Lleida, por la agroalimentación inteligente; Mataró, por el diseño técnico textil. Y así hasta unas 30 apuestas, que van generando un mapa de especializaciones explícitas, decididas desde el consenso, más o menos profundo, con el tejido empresarial y las universidades y centros tecnológicos presentes en cada caso.
La justificación para este cambio relevante respeto a las políticas locales de promoción económica al uso es que, si no se especializa con un enfoque innovador, un territorio no puede ser competitivo a nivel global. Como las empresas y las profesiones, un territorio debe especializarse en base a sus fortalezas y características más específicas. Por otro lado, la aceleración de los nuevos conocimientos científico-técnicos nos fuerza a poner la innovación en el centro de nuestro modelo de crecimiento. La comunidad humana que no esté constantemente observando, ideando, probando y lanzando nuevos productos y servicios diferenciados le va a costar tener una economía viable en el futuro.
En este contexto, las administraciones públicas han ido desarrollando un papel de estímulo de la innovación en base a sensibilización, acompañamiento, desarrollo de infraestructuras, formación y, sobretodo, a financiación de los llamados fallos de mercado. La fase de transferencia de conocimiento a la empresa requiere de una inversión de riesgo que ni la universidad ni la empresa no están dispuestas a financiar, el famoso valle de la muerte. Por tanto, la administración la entiende como bien público y la intenta cubrir con la expectativa de recuperar la inversión a través de la generación indirecta de riqueza y ocupación en la región.
Hasta aquí, un relato más o menos conocido y compartido por muchas personas implicadas en el desarrollo regional. Ahora, un nuevo concepto entra en juego. Lo hace de la mano de la inspiradora Mariana Mazzucato. Esta autora de referencia nos invita, en su nuevo libro, a que los gobiernos tomen el liderazgo en la creación de nuevos mercados, no sólo en la fijación y ordenación de los mercados existentes. Sólo desde la perspectiva pública, cogiendo de un brazo a la empresa y del otro a la academia, se puede determinar y señalar la dirección (o como dice Mazzucato, la misión de futuro) del territorio. La “descubierta emprendedora” de la que habla la RIS3 es la manera que tiene el gobierno regional o local para ir determinando y consensuando colaborativamente en base a qué sectores y con qué nuevas tecnologías o paradigmas se podrá “crear” un nuevo mercado tomando como centro referente su ciudad o región y sus activos y fortalezas. Ejemplos de estas misiones han sido “mandar el hombre a la luna”, inventar “la gastronomía de fusión” más innovadora del mundo, el laboratorio de nuevos alimentos del mundo, etc.
Siguiendo esta idea, en la pasada primera edición del encuentro de Industria e innovación en Viladecans, el IND+I, se realizó una sesión de trabajo para determinar esta misión en el caso de Cataluña. Salieron buenas ideas de posibles misiones, como la de generar la nueva aplicación basada en la internet de las cosas para la salud integral, idear la ciudad del futuro trabajando sobre el concepto Barcelona o la primera cocina de impresión 3D.
Creo firmemente que los territorios y las organizaciones no somos ni más ni menos que grupos de personas. Y las personas nos movilizamos de manera eficaz, eficiente i creativa cuando nos juntamos para resolver un reto o misión compartida. La ilusión, el orgullo y la activación del 100% de nuestras capacidades aparecen especialmente en estas situaciones. Y sólo las organizaciones y las personas que nos representan pueden liderar el grupo. Y éstos son los gobiernos y sus representantes. ¡Vamos a desarrollarnos, pues, a golpe de misiones!