En un mercado altamente competitivo y tremendamente volátil la supervivencia de las empresas depende de la capacidad que tengamos para innovar, desarrollar nuevas ideas, nuevos conceptos de negocio, de marketing, de producto, de servicio o de adaptarse con agilidad a las nuevas necesidades y tendencias de los consumidores o usuarios.
La habilidad para ser creativos y generar ideas innovadoras y disruptivas es fundamental para mejorar los procesos de innovación. No obstante, nos encontramos muchas veces con equipos de trabajo que precisan de un estímulo adicional que potencie su creatividad y haga aflorar la genialidad que, sin saberlo, llevan dentro. Para ello, existen muchas técnicas de dinamización grupal que vehiculan y posibilitan la generación de ideas. Os presento algunas de ellas.
La técnica clásica pero que nunca pasa de moda: Brainstorming
La lluvia de ideas, a pesar de haberse utilizado desde hace muchísimos años, mantiene su eficacia y utilidad. Hay que tenerla siempre en el “fondo de armario”.
Consiste en organizar una reunión del equipo que tiene que desarrollar un nuevo producto, una nueva campaña de comunicación, diseñar un nuevo logo o crear un nuevo concepto de negocio, por poner algunos ejemplos. En esta reunión el objetivo es generar el mayor número de ideas que sea posible.
Pero para obtener buenos resultados con esta técnica no es todo tan fácil como parece: inicialmente puede hacer reticencias de las personas a aportar ideas por miedo a las críticas de los demás integrantes o simplemente a nadie se le ocurren cosas que sean realmente disruptivas y originales.
Os doy algunos trucos para sacarle más provecho:
- Que la moderación la realice un especialista en dinamización bien entrenado. Uno de los problemas más habituales es que una persona del equipo (normalmente con una posición jerárquica superior) asume el rol de moderador. Esto inhibe muchas veces la participación, ya que hay dinámicas relacionales previas que poco favorecen la creatividad. Además, se requieren objetividad y ciertas habilidades para estimular y dejar fluir la imaginación.
- Una buena planificación: lo primero es establecer la “reglas del juego”: no permitir hacer críticas, el pensamiento debe ser libre, no hay ideas imposibles, todo vale.
- Un buen dimensionamiento de los participantes: lo ideal es un grupo de entre 7 y 10 personas para que todos tengan espacio para intervenir y que haya suficiente diversidad que permita la “polinización” de ideas.
- Elegir un espacio en el que hacer la sesión distinto al habitual: salir del lugar habitual de trabajo ya supone una ruptura con lo cotidiano y va alineado con la creatividad que se espera generar. Salir a una terraza o a un parque va a dar órdenes al cerebro de que el trabajo de ese día va a ser muy diferente a lo de siempre y que nos estamos alejando de lo rutinario.
- Utiliza elementos de soporte que te ayuden a desarrollar insights, incluso más allá del discurso verbal. Yo utilizo muchas veces imágenes conceptuales, iconos, collages de recortes de fotos de revistas, piezas de lego, plastilina y papeles o manteles de papel para que los participantes dibujen.
Visualizar nuevas ideas a través de dibujos y representaciones gráficas: Los mapas metales
La gran ventaja de esta técnica es que permite visualizar y memorizar gran cantidad de información a través de las asociaciones de ideas que hacemos con determinadas imágenes, gráficos o dibujos.
Enfocada al desarrollo de la creatividad consiste en plasmar la idea central, que podría ser el objetivo al que queremos llegar, pero con una imagen. Para ello contaremos con un mural o un mantel de papel colgado en la pared para que los participantes puedan hacer sus dibujos o pegar imágenes.
Si estamos desarrollando un programa de bienestar y salud para nuestra plantilla pondríamos como idea central la imagen de un corazón como símbolo de salud. A partir de ahí, empezaríamos a “ramificar” sobre ideas que giran a su alrededor como puede ser: deporte y actividad física, alimentación, controles médicos, bienestar psicológico, etc… Y así sucesivamente vamos creando subramificaciones y subtemas.
Cuando acabamos el ejercicio, tendremos gran cantidad de ideas representadas gráficamente. Verlas todas juntas nos ayudará a analizar mejor para desarrollar innovaciones. Lo que conseguiremos es ordenar las ideas, observar conexiones e interrelaciones de las que no teníamos consciencia y tener una visión holística de la situación de partida. Esto resulta especialmente útil cuando estamos enfrentándonos a problemas complejos.
Si no se os da bien dibujar podéis recortar imágenes de revistas, utilizar bancos de imágenes o de iconos para pegarlos en el mural. También hay empresas que comercializan cartas o juegos para estimular la imaginación como las cartas Triggers, que tienen varios mazos especializados (innovación, diseño de negocios, centrado en las personas, estrategia de marca…). Se pueden utilizar también colores para representar las ideas (las negativas en rojo, la positivas en verde, las originales en amarillo…).
Prueba todas las posibilidades: El método SCAMPER
Esta técnica creada por Bob Eberle nos permite ser más creativos al enfrentarnos ante la tarea de resolver algún problema, reto o crear nuevos desarrollos. Se basa en partir de algo conocido y reinventarlo dándole un giro de tuerca. SCAMPER es el acrónimo de las siguientes acciones para la creatividad, que nos podemos formular como preguntas:
S USTITUIR: ¿Qué podemos cambiar para mejorarlo?
C OMBINAR: ¿Lo podemos combinar con otros productos o servicios?
A DAPTAR: ¿Podemos cambiarlo para que sirva para otros fines o otros perfiles de clientes?
M ODIFICAR O MAGNIFICAR: ¿Cómo podemos llevarlo a otro extremo o ampliar su funcionalidad?
P ERMUTAR O PROPONER OTROS USOS: ¿Para qué otras cosas lo podemos usar?
E LIMINAR: ¿Qué le daría más valor si eliminamos algunas características?
R EORDENAR: ¿Qué elementos pueden adquirir una forma totalmente distinta?
Nos sirve para mejorar productos o servicios que ya están en el mercado pero necesitan actualizarse para diferenciarse de la competencia o llegar a nuevos targets.
Se puede combinar con el brainstorming, que ordenaremos según el siguiente proceso:
- Focalizar el objetivo: definir lo que queremos mejorar y reinventar
- Generación de ideas probando todas las alternativas que propone el método SCAMPER
- Evaluación de las ideas que han aparecido
- Reordenar y priorizar las ideas más factibles y que puedan tener más impacto
- Seleccionar las mejores ideas
Es importante que el grupo de participantes sea lo más heterogéneo posible para que las ideas que aparezcan contrasten con otras de personas con una perspectiva muy diferente.
Teresa Pérez es psicóloga, experta en neurociencia aplicada al mundo de la empresa (Neuromarketing, Experiencia del Empleado/Cliente/Paciente, Gestión de Personas en Liderazgo, Motivación, Creatividad e Innovación) y trabaja como Gerente de consultoría en nuestra oficina de Barcelona.