Si queremos estar preparados para afrontar los retos que nos plantean las crisis, afrontar los cambios, las frustraciones, el miedo y la incertidumbre deberíamos ser tan fuertes y resistentes como los Navy SEALs del ejército de los Estados Unidos. ¿Creéis que son superhéroes al estilo del Capitán América y que con una inyección de un suero “mágico” obtienen sus superpoderes? No exactamente. Lo que hacen es entrenarse muy duramente, y no sólo físicamente, sino en la gestión de sus emociones.
En un entorno tan hostil, incierto e imprevisible como la que tiene un soldado en el campo de batalla la muerte está mucho más cerca si esa persona no ha entrenado su cuerpo para que responda a los esfuerzos físicos que tendrá que realizar y su mente para hacer frente a los bloqueos emocionales que genera el miedo y la incertidumbre.
Ya os he hablado muchas veces de plasticidad cerebral y cómo el cerebro tiene capacidad para cambiar su estructura y su funcionamiento. El entrenamiento y la práctica son claves para estar preparados para el momento en que verdaderamente nos tengamos que poner a prueba: eso es exactamente los que hacen los Navy SEALs.
Los programas de entrenamiento de los soldados están dirigidos a desarrollar la capacidad de resiliencia ante los estresores físicos y psicosociales para que sean eficientes en sus operaciones y consigan el éxito en sus misiones. La resiliencia, según la RAE es la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”, es decir es nuestra flexibilidad para sobreponernos ante las adversidades.
Podemos pues aplicar este entrenamiento de los marines en resiliencia al mundo de la empresa, basta con cambiar la palabra “soldado” por “personas de la organización”, cambiar “ejército” por “empresa” y cambiar “ganar la batalla” por “mejorar los resultados del negocio”. Bien, si ya os habéis metido en el personaje y estáis dispuestos a entrenaros como un auténticos Navy SEALs calzaos las botas y el uniforme: os propongo poner en práctica alguno de los siguientes consejos o ideas inspiradoras:
El método SEAL
Consiste en el desarrollo de cuatro habilidades específicas para la fortaleza y la resiliencia:
- Ajuste del objetivo:
Cuando nos marcamos objetivos muy ambiciosos y difíciles de alcanzar caemos antes de tiempo en la desesperanza o tiramos la toalla. Para ello, la técnica de los marines consiste en establecer pequeñas metas temporizadas con objetivos alcanzables. Así una vez alcanzada la primera meta veremos más cerca y asequible la segunda. De esta forma podemos alcanzar un rendimiento hasta 20 veces superior, lo que llaman el factor 20X.
Este método se usa también en coaching para la creación de equipos de alto rendimiento.
- El control de la respiración: La respiración de caja
A través de la respiración podemos manejar los niveles de estrés elevados. La técnica de respiración cuadrada es utilizada por los militares para relajarse en situaciones de alta presión y alto estrés. Se conoce como la técnica 4 – 7 – 8 y consiste en:
- Inhalar durante 4 segundos.
- Mantener los pulmones llenos durante 4 segundos.
- Exhalar durante 4 segundos.
- Mantener los pulmones vacíos durante 4 segundos.
Hay que repetir el proceso varias veces hasta que se note la bajada de las pulsaciones. Esta técnica además ayuda enormemente a la relajación y al sueño.
En este video podemos ver cómo funciona la técnica de manos de Mark Divine, que es un exmarine prolífico autor de libros sobre entrenamiento en fortaleza mental.
- La positividad
La fortaleza mental de un marine en situaciones difíciles se entrena con una durísima prueba en una piscina que podéis ver en este vídeo. https://www.youtube.com/watch?t=8m20s&v=AZ-24JtAFQw&feature=youtu.be .
El ejercicio consiste en permanecer en el fondo de la piscina disponiendo de un tanque de oxígeno, lo cual parece muy sencillo a priori. Sin embargo, la trampa está en que una vez los reclutas bajan al fondo son acosados y atacados para despojarles del respirador. Para superar esta prueba los tienen que controlar su pánico: sólo 1 de cada 5 lo consigue en el primer intento y tienen que buscar su fortaleza mental interior para el autocontrol del estrés y el miedo. Tienen que recurrir a la activación de su pensamiento positivo y evitar los pensamientos tóxicos o negativos.
- La visualización.
Consiste en el ejercicio de representar una situación determinada recreándola con el mayor grado de detalle y realismo posible. Por ejemplo, un soldado puede visualizarse o imaginarse a sí mismo en un campo de batalla en el que de pronto se encuentra rodeado por 5 soldados enemigos. El ejercicio consiste en entrenarse en cómo puede salir de ahí con vida, estimar qué posibles cosas pueden pasar en función de si reacciona de una forma o de otra… De esta forma, cuando más haya simulado y recreado la situación y se haya explorado mentalmente todo tipo de adversidades que pueden llegar a ocurrir habrá mayores posibilidades de salir con éxito.
Battlemind Training
Uno de los programas de entrenamiento en resiliencia se llama Battlemind Training, es una preparación mental para superar las adversidades vividas en combate. Además, cada una de las letras de la palabra BATTLEMIND es la inicial de una palabra que define la estrategia para ser más resiliente. En términos de realismo mágico podemos decir que es el código secreto que revela la resiliencia:
Buddies (cohesion) vs. Withdrawal
Accountability vs. Controlling
Targeted Aggression vs. Inappropriate Aggression
Tactical Awareness vs. Hypervigilance
Lethally Armed vs. “Locked and Loaded” at Home
Emotional Control vs. Anger/Detachment
Mission Operational Security (OPSEC) vs. Secretiveness
Individual Responsibility vs. Guilt
Non-Defensive (combat) Driving vs. Aggressive Driving
Discipline and Ordering vs. Conflict
Algunas de estas claves del Battlemind Training las podemos aplicar al mundo de la empresa y nos pueden dar pistas sobre cómo ser más resilientes:
- Cohesión: Significa la importancia de la cohesión social frente al aislamiento. Hay que tener amigos y buenos compañeros que te cubran la espalda durante la batalla y apoyo de la familia cuando vienes de ella. En la empresa también es necesario pues activar la comunicación y las relaciones de confianza con las personas. Hablar con los amigos o las personas con las que tenemos relaciones afectivas nos ayudan muchas veces a visualizar los problemas desde otra perspectiva y superarlos con más facilidad.
- Responsabilidad: En las batallas los soldados tienen que ser responsables y tener cuidado de sus armas, además, tienen que distinguir en las actuaciones qué es o no importante en cada momento. En esta misma línea en las empresas tenemos que aprender a asumir nuestras responsabilidades, asegurarnos de contar con los recursos tecnológicos y humanos necesarios y establecer las prioridades con la “mente clara”, no ofuscarnos por el pánico o el miedo.
- Agresión dirigida: Implica dar las respuestas apropiadas en función del nivel real de amenaza que garantice la seguridad. Para ello los Navy SEALs se entrenan para evaluar si existe una amenaza real: les enseñan que hay que pensar antes de pasar a la acción. Deben contar hasta 10 o hablar con compañeros hasta asumir la certeza de que se controla la situación y luego pasar al ataque.
- Consciencia táctica La supervivencia en combate requiere que los soldados tengan consciencia plena de su entorno, que reconozcan los signos de alerta y se adapten a los cambios repentinos: hay que focalizar la atención en aquello de lo que dependa la supervivencia como identificar de dónde procede el primer disparo de un francotirador enemigo. En un entorno de crisis económica o de cualquier otra índole en las empresas nos será de utilidad tomar consciencia plena y no sesgada de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor: hay que aprender a distinguir las certezas de la rumorología o intuiciones basadas en los miedos que nos asaltan.
- Control emocional: En combate el control de las emociones es fundamental: hay que ser consciente de ellas. Lo mismo ocurre en el ámbito laboral.
En conclusión, no se trata de hacer un entrenamiento como los que viven los Navy SEALs en la Hell Week, que es una de las pruebas de resistencia más extremas, sino de traernos a nuestro terreno las enseñanzas que nos puedan ayudar a superar las adversidades y ser más resilientes.
Teresa Pérez es psicóloga, experta en neurociencia aplicada al mundo de la empresa (Neuromarketing, Experiencia de Cliente, Gestión de Personas en Liderazgo, Motivación, Creatividad e Innovación) y trabaja como Gerente de consultoría en nuestra oficina de Barcelona.