La crisis sanitaria del COVID está siendo más larga de lo esperado y todavía nos queda.
Aunque si es verdad que el teletrabajo parece que ha venido para quedarse, son muchas las empresas que se han decantado por un modelo mixto y la vuelta a la oficina están comenzando después de las vacaciones.
Imaginaos nuestro síndrome post-vacacional de años anteriores pero multiplicado por 100. Será más que normal sentirse abatido, son muchos cambios los que estamos viviendo. Hemos sufrido en los últimos meses una modificación de nuestras rutinas, horarios, forma de trabajar y vivir que nos afecta tanto biológica como psicológicamente.
Aunque estos cambios no afectan a todos por igual, sin duda el estrés que ha causado el COVID y los impactos negativos son un factor que las empresas deben tener en cuenta a la hora de comenzar con esta “nueva normalidad” de forma saludable.
Un gran número de españoles reconocen que la energía que tienen es menor que la que tenían antes de comenzar esta crisis sanitaria. El esfuerzo, la incertidumbre, las horas de más… nos ha provocado un cansancio fuera de lo habitual y un gran impacto emocional.
¿Qué pueden hacer las organizaciones?
Las organizaciones deben adaptar planes de salud para sus empleados. Este Plan se debe basar en actuaciones antes de la vuelta, al comienzo y después:

El compromiso
Las personas son nuestro principal valor y nosotros como empresa debemos plasmar nuestro compromiso por un retorno seguro y saludable. Este compromiso se plasmará como una política que se debe comunicar y hacer público a toda la plantilla por parte de la Dirección.
Plasmar este compromiso con un retorno saludable, afecta positivamente a varios aspectos:
- El bienestar emocional y la sostenibilidad de la organización.
- La seguridad y salud.
- La percepción de la transparencia de la organización.
Además, este compromiso debe hacerse presente a la hora de conocer el estado emocional de nuestros equipos. Es imprescindible indagar cómo se encuentran nuestros empleados en cada momento y fundamental antes de la vuelta.
Recuerda: La percepción de malestar emocional afecta negativamente a la producción
Una vez conocido el estado de animo de nuestros empleados y detectados posibles puntos débiles llega el momento de pasar a la acción.
Son numerosas las acciones que se pueden llevar a cabo dependiendo de la problemática detectada:
- Mayor flexibilidad.
- Medidas de conciliación.
- Ajustes de carga de trabajo.
- Formación en teletrabajo.
- Etc.
En esta etapa también es fundamental nombrar a un responsable que será la persona de contacto donde los empelados puedan dirigir todas sus inquietudes y sugerencias.
El inicio de la vuelta
Recuerda: la comunicación es primordial durante todo el proceso
Mantener una reunión inicial para informar sobre todos los cambios vividos y futuros de la organización, es un comienzo muy recomendable.
Queremos que nuestros empleados se sientan como en casa, porque las medidas de seguridad física son importantes, pero igual de importante es la salud emocional de todos.
Daremos información completa sobre las medidas de seguridad implantadas para garantizar la protección de todos:
- Nueva señalización y su interpretación.
- Pautas de comportamiento y normas de higiene.
- Localización y uso de EPIs.
- Normas para celebrar reuniones y atender a clientes y público.
- Etc.
Durante esta reunión, también agradeceremos a todo nuestro equipo el esfuerzo realizado durante el confinamiento y el valor de su papel para el futuro de la organización.
Informaremos sobre los canales de comunicación disponibles y daremos una pequeña formación sobre las herramientas que tenemos para trabajar tanto en la oficina como en remoto.
Recuerda: La incorporación después de tantos meses de teletrabajo debe dar sensación de seguridad, de control y de preocupación por el bienestar, de lo contrario afectará negativamente a la producción.
Deberemos recordar el compromiso de la Dirección y transmitir todos estos cambios con positividad, igual de importante que lo anterior es motivar al máximo a los empleados y hacerles partícipes de las futuras decisiones de la empresa.
Una vez pasado el periodo de adaptación
Los jefes de equipo tienen un papel fundamental en esta etapa. Las reuniones con su equipo deben de ser constantes.
La primera reunión debe servir para comunicar nuevas responsabilidades y resolver todas las dudas que hayan podido surgir del periodo de adaptación.
También en esta fase se deben lanzar de forma periódica encuestas sobre el estado de ánimo para poner en marcha nuevas acciones y atender a la producción para ver si nuestro plan de acción necesita retoques.
Si tienes dudas de cómo acometer este plan de retorno saludable en tu organización, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te daremos una solución adaptada a ti.
Alexandra Herrero Zwissig, es consultora en la oficina de Madrid de Prysma y es una de nuestras expertas en personas