Llevamos dos años ya de pandemia y hemos sufrido muchos cambios, tanto en temas sociales como a nivel organizacional.
Hemos visto como el COVID ha generado estrés, ansiedad, depresión, etc. con graves consecuencias en el día a día de nuestros trabajos.
Como consultora del modelo de gestión de la conciliación EFR he visto como, en general, los resultados de la satisfacción de los empleados han ido disminuyendo de forma significativa. Se observa un claro empeoramiento en el estado emocional de nuestros colaboradores.
Por lo que la lucha contra estos cambios emocionales ha pasado a ser una prioridad para las organizaciones y una tendencia a nivel de gestión de personas para el año 2022. En el área de personas, los proyectos de bienestar laboral de los empleados han ganado protagonismo, enfocándose sobre todo a la salud mental.
Pero ¿qué es el desgaste emocional?
Entendemos como desgaste emocional, el estado provocado por una sobrecarga de esfuerzo laboral y emocional. En resumen, es un deterioro psicológico de los trabajadores.
Debemos estar muy atentos a este deterioro o desgaste, porque si no lo estamos puede pasar desapercibido.
De hecho, el teletrabajo a tiempo completo ha provocado en parte este desgaste emocional, también llamado Burnout, cuyas consecuencias han sido una sensación de agotamiento o debilidad, aumento del aislamiento en el trabajo, sentimiento negativo relativo a nuestras actividades y baja productividad en general.
¿Cómo detectar el desgaste emocional?
Hay numerosos sistemas y combinaciones de acciones que nos pueden ayudar a detectar estos cambios emocionales en nuestra plantilla.
- Estudios periódicos de clima laboral y aplicación de planes de acción en base a los resultados.
- Estudiar la carga de trabajo real de todos nuestros colaboradores.
- Hacer estudios de riesgos psicosociales.
- Realizar dinámicas individuales o grupales para obtener resultados del estado emocional de nuestros trabajadores.
- Implantar canales de comunicación donde el empleado se sienta libre de comunicar sus problemas/inquietudes.
¿Qué podemos hacer como empresa?
Como empresa debemos poner medidas para mejorar el bienestar de los empleados. Al igual que hay numerosos sistemas para detectar ese desgaste, también hay diferentes acciones que podemos poner en marcha:
- Establecer un protocolo real de desconexión digital/racionalización de horarios.
- Establecer medidas de conciliación. Es importante que el trabajador pueda atender su vida personal.
- Aplicar medidas de flexibilidad y de trabajo híbrido
- Implantar servicios de apoyo al empleado junto a servicios de atención psicológica.
- Realizar formaciones de gestión de estrés e Impartir charlas motivacionales.
- Fortalecer los programas de bienestar emocional y físico.
- Hacer ejercicios de atención plena o mindfulness.
- Desarrollar una cultura de “tribu” mediante pequeños ritos internos para la convivencia
Hay diferentes sistemas de gestión orientados a mejorar este bienestar como el modelo efr o sistema de gestión de conciliación, donde el bienestar general del trabajador es una prioridad o el Sistema de Gestión de Organización Saludable (SIGOS) de Aenor.
Si el empleado está bien, la empresa está bien. En Prysma te podemos ayudar tanto a detectar este desgaste, como a poner acciones para prevenirlo o mitigarlo. Invertir en salud, es invertir en productividad.
Alexandra Herrero Zwissig
Gerente del área de Sostenibilidad, experta en personas.