Primavera de 1991. Suena la alarma de incendios en el comedor de desayunos del hotel Corona de Aragón en Zaragoza. Éramos unos 20 clientes y 3 ó 4 camareros. A pesar de que en 1979 el hotel había sufrido un incendio que causó la muerte a 83 personas, recuerdo como si fuera hoy, que nadie se movió, seguimos desayunando más o menos tranquilos. Es cierto que estábamos en la planta baja, pero ¿Qué cultura de la seguridad teníamos? Evidentemente una muy pequeña.
Por cierto, fue una falsa alarma.
Me viene a la cabeza la anécdota cuando mi amigo Rufino, profesor, me cuenta que la semana pasada comenzó un incendio a media mañana en un aula vacía (que no pasó de ahí), pero que obligó al desalojo de todos los estudiantes (cerca del millar), de los unos ¾ encajan en la definición de “niño pequeño”. Le pregunté cómo había ido y me respondió “Bien, sin problemas, fue como en los simulacros, pero oliendo a quemado”.
Rufino y yo somos antiguos compañeros en ese mismo colegio y desde luego en aquella época no había simulacros no siquiera extintores (como en todas partes en España) La conversación me encendió la bombilla de la importancia de los ensayos, de los simulacros, no solo para la seguridad en sí misma, sino también para la cultura de la seguridad en las personas.
Protección civil
Siempre que hay un colectivo importante en una infraestructura, es necesario definir y ensayar los planes de evacuación. De esta forma nos aseguramos de que las personas saben lo que tienen que hacer y lo hacen.
En Perú hay simulacros de sismo, de terremoto, nacionales, todo el país evacua los edificios (obligatoriamente) un día y a una hora concreta. En otras cosas es un país que arrastra numerosas debilidades, pero en esto son unos adelantados.
La situación es mas complicada cuando en la infraestructura las personas cambian: aeropuertos, centros comerciales, etc., ahí la preparación y ensayo de los empleados es clave para ayudar a los usuarios, junto con una buena señalización y mecanismos antipánico.
Alimentación y medicamentos: procedimiento de retirada y emergencia
Aunque ambos sectores controlan sus procesos y productos con notable eficacia no se puede descartar que se detecte un problema cuando el producto ya está en el circuito comercial. Los ensayos de trazabilidad hacia adelante permiten a las empresas identificar ha quien se enviaron los lotes sospechosos de no conformidad. Cada industria tiene unas obligaciones diferentes en cuanto hasta donde es necesario llegar: al primer escalón comercial, al segundo (por ejemplo, oficinas de farmacia) y en casos más contados (como ciertos productos sanitarios) hasta el mismo usuario.
Para que esto funcione no solo necesitamos saber el destino del producto, sino también la mayor cantidad de datos de contacto que podamos conseguir. En el peor, en el pésimo, será necesario utilizar los medios de comunicación, pero si no los tenemos localizados antes, con la tensión va a ser difícil acertar (y además deje esta acción en manos de los responsables de comunicación)
Seguridad de la información en TIC
Aquí los simulacros pueden ir desde probar los sistemas de mantenimiento en caso de cortes o caídas de electricidad o datos, hasta el denominado “hacker ético) que pone a prueba los muros de defensa de los servidores.
También se pueden hacer ensayos de correos electrónicos de phishing propios, para entrenar a los empleados ante esta peligrosa injerencia, en la que alguien le abre la puerta de los sistemas a un delincuente, exactamente igual que se dejáramos la caja fuerte abierta y sin vigilancia.
Compliance penal
Si bien la UNE 19601:2017 pide la identificación de controles para mantener bajo control los riesgos de cumplimiento penal, no está demás forzar de forma controlada el sistema para ver que ocurre. ¿Se acepta una factura de una comida con clientes de importe superior al establecido? ¿Se tramita un contrato, aunque haya evidencias de conflicto de intereses? ¿Se admite una salida de residuos a un circuito alegal? Hay muchas formas de probar el sistema.
Localización de personas
Muchas compañías tienen cientos de personas moviéndose por el mundo. ¿Sabemos siempre donde están? ¿Es posible que alguien desaparezca y tardemos días enterarnos de ello? Es mucho más fácil de lo que parece: comerciales, visitadores médicos, consultores, auditores, pasan meses sin pisar una oficina ¿Podemos localizarnos en un momento dado? Aquí no estamos hablando del control de presencia, de fichar, estamos hablando de cuidar a los nuestros.
Serafín Carballo es director de la división de Consultoría de Prysma.
Es Doctor en Microbiología Aplicada, MBA y scrum master.
Profesor de Biotecnología desde hace más de 20 años en la Universidad Complutense, también es el profesor titular de los Talleres de Protocolos ANTICOVID de AENOR.
Es uno de nuestros expertos en gestión de riesgos.