Continuidad de Negocio

La oportunidad y el abismo.

La continuidad de negocio es una parte de la gestión de riesgos, enfocada a mantener la actividad esencial de una compañía en un momento de crisis.

Un plan de continuidad es la previsión de acciones y recursos necesarios, para recuperar los servicios clave ante incidentes disruptivos previsibles y controlables.

Continuidad de Negocio

Para ello es clave conocer cuál es la “actividad esencial” de la empresa, descomponiendo y priorizando sus factores, para saber cuáles vamos a atender en primer lugar, dado que una situación de crisis obliga a seleccionar, a discriminar, entre diferentes necesidades.

En segundo lugar, debemos de identificar cuáles son los riesgos más probables que puedan generar lo que técnicamente se llama un incidente disruptivo, es decir, que nos haga parar. 

Hoy en día es evidente el peso de las TIC en la capacidad de generar incidentes, de hecho, las normas de CN vienen de ese sector originalmente. 

Sin embargo, es un error común centrarse en los servidores y las redes dejando fuera del análisis otros aspectos como los efectos de la climatología adversa, problemas de accesibilidad física, fractura de la cadena de suministro o pérdida de recursos humanos (no hace falta ponerse trágicos, vale con que toque la lotería de navidad en una empresa para que al día siguiente no haya personas para levantar la persiana…, el abismo está a veces más cerca de lo que pensamos). 

Es muy importante también, ser capaces de aprender de las cabezas ajenas, es decir, de extraer lecciones de qué le has ocurrido a otros, no necesariamente del mismo sector.

Una vez que tenemos las coordenadas actividad esencialriesgos, es el momento de trazar los planes. 

Un plan de CN no es ni puede ser una serie de vaguedades, es una lista acciones concretas, priorizadas, con responsabilidades definidas y con recursos pre – asignados

Es decir, no hay ámbito a la improvisación, las autoridades están conferidas con claridad y se han apartado y preparado recursos para su ejecución y este es un factor clave: cuando surge la crisis no es el momento de buscar, por ejemplo, más teléfonos móviles, hay que tenerlos previamente guardados si así se ha definido.

Todos sabemos que “el papel lo aguanta todo” de ahí la necesidad de ensayar estos procedimientos, de desarrollar simulacros lo más realista posible, siempre considerando que en situaciones reales la tensión será mucho mayor (recuerde, no es lo mismo ensayar a poner las cadenas en el garaje de casa, seco, caliente e iluminado, a ponerlas de noche en medio de un tormenta de nieve).

Un último consejo, quizás porque es el más importante: recuerde, “lo óptimo es enemigo de lo bueno” Es decir, es mejor hacer poco y bien que hacer mucho a medias. 

Es mejor asumir que no hay soluciones perfectas, solo soluciones que palian el daño. Todo el plan de CN consume recursos, no lo olvide, porque también hay que comer hoy.

Referencias

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